Muerte Fetal: Síntomas Físicos y Emocionales en la Mujer
La interrupción espontánea del embarazo es un evento que afecta, aproximadamente, al 10-15 % de las gestantes.
¿Qué es un aborto de repetición?
El aborto de repetición es aquel que se produce cuando la mujer ha perdido 3 o más embarazos. Para que se considere espontáneo debe ser involuntario y ocurrir antes de la semana 20 de embarazo o, por otro lado, cuando el feto tiene un peso inferior a 500 gramos. Cuando no se dan estas condiciones, se trata de una muerte fetal intrauterina.
Consecuencias Físicas del Aborto de Repetición
Las consecuencias físicas de este tipo de aborto deben ser monitorizadas, pues existen varios riesgos para la salud de la embarazada. El riesgo de infección aumenta, así como el de las hemorragias, y la menstruación no volverá hasta 4-6 semanas después tras el aborto.
Consecuencias Emocionales del Aborto de Repetición
Sin embargo, las consecuencias emocionales del aborto de repetición no se suelen tener tan en cuenta como las físicas. En algunos casos, se producen pensamientos irracionales recurrentes en la mujer que la pueden llevar a cuestionarse a sí misma en muchos aspectos. Si este diálogo interno se alarga en el tiempo y no es identificado, puede acabar derivando en baja autoestima, ansiedad o depresión.
Además, cuando sucede el aborto, cada miembro de la pareja transita un duelo similar al de la muerte de un ser querido que sí haya nacido. El duelo por esta pérdida nonata puede alargarse hasta un año en algunos casos. Si a esto se le suma que el aborto se produce de forma repetida, los síntomas depresivos pueden llegar a convertirse en la propia patología en lugar de llegar a una fase de aceptación y reorganización de la propia vida.
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Impacto Emocional de la Muerte Fetal
Cuando un feto se acerca a las 20 semanas, los progenitores han tenido tiempo de crearle una identidad en sus mentes. Han visto ecografías, el abultamiento del vientre ya es visible o es posible que hayan conocido ya el sexo. Todo ello contribuye a que lo vean como el futuro miembro de la familia, sin importar que aún no esté desarrollado del todo.
Esta pérdida es importante para cualquiera que espere un hijo con ilusión y lo busque de forma intencionada. Las consecuencias físicas, sumadas al estrés emocional, pueden sumir a la persona en un estado depresivo.
Durante el duelo es frecuente que las mujeres experimenten tristeza por el hijo perdido. Es normal que aumente su sentimiento de evitación de mujeres embarazadas y bebés.
¿Qué Hacer Ante un Duelo por Aborto de Repetición?
Antes de nada, si estás aquí porque estás en una situación como esta, debes saber que es posible recuperarse de esta pérdida repetida. En ocasiones parecerá que la vida no tiene sentido si no eres capaz de lograr la meta de la gestación, pero es posible volver a encontrarte y ser feliz.
Ante todo, es necesario prestar atención a los dos aspectos mencionados en este artículo. Por un lado, la salud física, pues enfermedades como la diabetes o la hipertensión pueden influir en el embarazo y deben ser controladas. Asimismo, es necesario llevar una vida sana y acudir a los controles médicos del embarazo.
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Por último, no dudes en acudir a consulta psicológica para avanzar por todo el proceso, ya sea durante la gestación, la inseminación artificial o el aborto.
Muerte Fetal Intrauterina
La muerte fetal intrauterina, también llamada óbito fetal, es la muerte del feto antes de su expulsión o extracción en el nacimiento y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es independiente de la duración del embarazo.
A pesar de ello, en general, se considera muerte fetal anteparto cuando ocurre después de la semana 20 de gestación. Además, también se habla de muerte fetal tardía si tiene lugar después de la semana 28.
Después de haber nacido, el feto muerto pasa a llamarse mortinato o feto cruz.
Causas del Óbito Fetal
Existen multitud de causas que pueden explicar la muerte del feto en el útero, aunque son difíciles de determinar. Los orígenes de la muerte fetal pueden ser maternos, fetales o relacionados con la placenta. En algunos casos, será posible prevenirlos con anterioridad y actuar a tiempo para impedir la muerte del bebé. Es muy importante que la mujer lleve un estilo de vida sano durante todo el embarazo.
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Causas Fetales
Es posible que algunas alteraciones en el feto durante la gestación sean las responsables de la muerte del mismo:
- Crecimiento Intrauterino Retardado (CIR): el feto no crece al ritmo adecuado y son más pequeños.
- Alteraciones genéticas y cromosómicas.
- Malformaciones congénitas.
- Alteraciones en el líquido amniótico: oligoamnios y polihidramnios.
- Embarazo múltiple: desequilibrio circulatorio en beneficio de un bebé y perjuicio del otro.
- Rotura prematura de membranas.
Causas Placentarias
Entre las causas relacionadas con la placenta, podemos nombrar las siguientes:
- Patología de cordón umbilical: circulares, nudos, torsiones y roturas.
- Desprendimiento de placenta.
- Placenta previa.
- Envejecimiento grave de la placenta.
- Vasa previa: los vasos sanguíneos fetales no están protegidos por el cordón, pueden rasgarse y provocar una hemorragia en el bebé.
Muchas de estas patologías de la placenta provocan hemorragias importantes, lo cual impide que el feto reciba suficiente oxígeno y nutrientes, lo que finalmente causa la muerte.
Síntomas y Diagnóstico
Detectar la muerte fetal no es sencillo. No obstante, es importante que la madre esté atenta a cualquier tipo de señal que indique que algo no va bien en el embarazo.
Los posibles síntomas de tener un bebé muerto en el útero son los siguientes:
- Ausencia de movimientos del feto.
- Pérdidas de líquido amniótico de color marrón.
- El útero no crece.
- Desaparición de la elasticidad y firmeza de las partes fetales a la palpación.
- Dolor abdominal intenso.
- Sangrado vaginal.
En caso de experimentar estos síntomas, es muy importante acudir al ginecólogo cuanto antes y comprobar si el feto sigue con vida. A través de una ecografía abdominal, el ginecólogo confirmará si hay latido cardiaco.
Además, si la muerte fetal se ha producido hace tiempo, se examinarán detenidamente todas las estructuras fetales y la placenta para encontrar una posible causa. Es importante comprobar la superposición de las suturas craneales, engrosamiento del cuero cabelludo (halo de santo), derrame pleural y peritoneal, edema fetal, etc.
El 86% de las muertes fetales ocurren antes del parto, mientras que el 14% tiene lugar durante el mismo.
Cómo Afrontar la Muerte Fetal
La muerte fetal es uno de los problemas obstétricos con mayor implicación psicológica tanto para la pareja como para el personal sanitario. Tener que afrontar la pérdida de un bebé antes de su nacimiento es un momento especialmente duro y difícil de superar en los futuros padres, que esperan con ilusión la llegada de un hijo durante todo el embarazo.
El apoyo entre ambos miembros de la pareja es fundamental para evitar los estados de ansiedad y depresión. Por tanto, es importante que el médico informe de la muerte fetal en presencia de ambos padres o, si no es posible, que la madre se encuentre en compañía de algún familiar o amigo.
A continuación, se informará de que el diagnóstico definitivo de la causa solo podrá establecerse por medio de una autopsia fetal, aunque no siempre es concluyente. Es importante valorar esta opción con el objetivo de evitar complicaciones similares en un futuro embarazo.
Por último, después de haber dado a luz a un mortinato, muchos especialistas en psicología recomiendan a los padres ver al bebé para aceptar la pérdida y superar este trance de manera más rápida. En ese caso, el personal sanitario se encarga de preparar al bebé, lo limpia y lo envuelve en una mantita, de manera que parece que solo está dormido. A pesar de todo, la última decisión de si quieren o no ver al bebé sin vida es de los padres únicamente.
Duelo Perinatal
Cuando se produce una pérdida durante el embarazo, la vida y la muerte caminan juntas. Es una paradoja para la que nadie está preparado y por eso es tan delicado saber qué decir o hacer. Tampoco existen rituales religiosos que legitimen, faciliten y reconforten a los progenitores. Los familiares y amigos evitan hablar del tema por temor a causar más dolor que beneficio. Mientras, los padres viven su experiencia en soledad.
Efectos Psicológicos del Aborto
El embarazo no sólo se gesta en el cuerpo, sino también en la mente de la mujer, por lo que es importante tener en cuenta qué supone para ella tanto estar embarazada como dejar de estarlo. Hay tantas subjetividades como personas.
La experiencia del aborto tendrá efectos muy diferentes según características de personalidad de la mujer, habilidades de afrontamiento, objetivos o deseos vitales, elementos situacionales, si es un aborto inducido o involuntario, si es un embarazo prematuro o está avanzado, etc.
La intensidad y la duración de los efectos también es muy variable en cada caso. Existen dos síntomas psicológicos que suelen darse en la mayoría de los abortos (voluntarios o involuntarios). Por un lado, la ansiedad en diferentes grados (desde leve hasta ataques de pánico). Y, por otro lado, sentimiento de culpabilidad y creencia (más o menos irracional) de que podrían haber hecho las cosas de forma diferente.
Otros síntomas que pueden aparecer son:
- Negación o incredulidad.
- Confusión.
- Oscilaciones en el estado de ánimo.
- Tristeza y sensación de vacío.
- Enfado o rabia.
- Falta de energía.
- Irritabilidad.
- Miedos (a no recuperarse nunca de la pérdida, a no poder reproducirse, a problemas familiares…).
- Sentimientos de incapacidad y afectación de la autoestima.
- Desconexión de los propios sentimientos.
- Aislamiento social.
- Falta de lívido o disfunciones sexuales.
- Miedo a la muerte (tanofobia).
- Insomnio o pesadillas recurrentes.
- Evitación de todo lo relacionado con bebés o, todo lo contrario, obsesión.
- Problemas de pareja (modelos de afrontamiento diferentes a la pérdida, falta de intimidad, problemas de comunicación…).
Superación del Duelo Tras un Aborto
En los casos en que existan efectos psicológicos, ¿es posible la recuperación? Recuperar significa “recibir algo que fue quitado”, por lo que difícilmente habrá sensación de recuperación. Es más adecuado hablar de reconciliación. Puede tardar meses o años, pero, aunque parezca imposible, llega.
Algunas de las cosas que ayudan en el proceso de reconciliación son:
- El apoyo externo, sentir el arrope del entorno, sobre todo de la pareja.
- Poder hablar de la pérdida e integrarla progresivamente dentro de la propia experiencia vital.
- No evitar las emociones negativas ni apresurarse por “pasar página”. Es un proceso.
- Crear un conjunto de recuerdos, un espacio con significado para el no-nacido.
- Recibir información adecuada (si es necesario, psicoterapia) o participar en grupos de ayuda mutua.
Alcance Psicológico Según el Tipo de Embarazo
Para poder entender el alcance del aborto a nivel psicológico es preciso tener en cuenta si ha sido voluntario o espontáneo.
Embarazo Deseado
Si ha sido un embarazo deseado (es decir, se ha buscado activamente o no se ha buscado, pero se ha aceptado con ilusión después), es necesario poder entender el aborto como un duelo. Es un proyecto truncado. En muchas ocasiones, desde el punto de vista social no se reconoce la pérdida puesto que el feto no se ha llegado a formar y a nacer. Es importante visibilizar este hecho y poder abordarlo en toda su profundidad. Es esperable que los síntomas sean más graves cuanto más avanzada esté la gestación.
Embarazo No Deseado
Si el embarazo no ha sido deseado, puede haber múltiples reacciones a nivel psicológico. Hay mujeres que deciden abortar, pero igualmente les parece muy duro. En estos casos, los efectos del aborto pueden ser similares a si el aborto hubiera sido espontáneo (algunas investigaciones incluso dicen que incluso más, porque al impacto del aborto hay que añadir las emociones que supone decidir interrumpirlo -por ejemplo, sentimientos acusados de culpabilidad, auto rechazo, etc.).
Tratamiento Psicológico
El tratamiento psicológico en este tipo de duelo tan especial debe iniciarse en el mismo momento en que sucede la muerte perinatal. El acompañamiento debe ser constante en los primeros días desde el suceso; pero también dejando espacio para la expresión de sentimientos de los padres en soledad.
Ayudar a la expresión de sentimientos por parte de la pareja de forma conjunta. Al final consiste en dejar marchar. En crear la relación necesaria con los pacientes.
Estudios Recientes
Las tareas de cribado para la detección de las alteraciones del estado de ánimo, después de que una mujer haya pasado por una pérdida fetal, son una pieza clave para poder ayudar a estas mujeres a resolver el duelo y a prepararse para un posible nuevo embarazo.
La muerte fetal es un fenómeno común que se da en el 25% de los embarazos y que acarrea un impacto emocional del que la mayoría de mujeres se recuperan, aunque hay algunas en las que persiste de forma significativa la sintomatología ansiosa y depresiva.
De hecho, hay estudios que demuestran que las mujeres que han pasado por este tipo de sucesos también presentan síntomas compatibles con el trastorno por estrés postraumático (TEPT).
Un estudio británico reciente reclutó a 737 mujeres procedentes de tres hospitales londinenses que habían pasado por una muerte fetal y que accedieron a participar en él. Los resultados pusieron de manifiesto que durante el primer mes posterior a la pérdida el 29% de la muestra presentó sintomatología TEPT, mientras que al noveno mes esta cifra era del 18%. La sintomatología ansiosa moderada-grave, ascendió al 24% del total de los casos durante el primer mes, mientras que a los nueve meses de seguimiento descendió hasta el 17%. En cuanto a la sintomatología depresiva moderada-grave, ésta afectó al 11% de las participantes durante el primer mes posterior a la pérdida y al 6% a los nueves meses.
Recomendaciones para Prevenir un Óbito Fetal
- Contar las patadas diarias del bebé a partir de la semana 26. Lo normal es sentir al menos unas 10 patadas al día. Si la madre nota que el feto tiene menos actividad, esto sería una señal de alarma.
- Dejar el tabaco y el alcohol desde el momento en que la mujer sabe que está embarazada.
- Si la mujer ya ha tenido un feto cruz en el pasado, es conveniente monitorear esta gestación con más cuidado, hacer más visitas al ginecólogo, más ecografías, reposo, etc.
Riesgos de Tener un Bebé Muerto en el Vientre
Si hay rotura de la membranas del saco gestacional, puede tener lugar una infección bacteriana que acabe en complicaciones mayores. En función de cuál sea la causa, también es posible que haya un problema en la sangre de la madre (coagulopatía) o tener grandes hemorragias. Por tanto, lo primero que hará el médico es evaluar la situación médica de la gestante y, a continuación, tomar la decisión más adecuada para extraer el feto.
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